Debido a su extrema delicadeza, el encaje debe tratarse con gran cuidado y atención al lavarlo.
Recomendamos lavar a mano; si se prefiere lavar a máquina, debe hacerse a baja temperatura (30 grados) y dentro de una bolsa para lavado.
Si es necesario planchar, use la temperatura más baja para evitar que el encaje se rompa.